Compañeros y amigos

miércoles, 30 de marzo de 2011

Dicen que en política los amigos no existen, que son un espejismo. Algo de cierto hay, pero no todo. En ese saco ni están todos los que son ni son todos los que están. Los momentos intensos, como la campaña, los congresos o sus previos, dejan la sensación de amistad fuerte por el hecho de pelear juntos una misma causa. Sin embargo, esta sensación puede ser efímera. Sin embargo, cuando estos momentos se empiezan a repetir años y años, las amistades se hacen más profundas.

Dice que quién tiene un amigo tiene un tesoro. Y algo de cierto hay. Pero los amigos lo son cuando son coherentes, cuando son sinceros. Y cuando nos equivocamos, aunque sea con el tiempo, seguimos siendo amigos si sabemos reconocer los errores, si no nos enrocamos en una falsa razón. Ayer un amigo me dió por fin la idea que mecesitaba para volver a escribir en este espacio. Llevaba demasiado tiempo sin la necesaria estabilidad para pararme a escribir. Son muchos los momentos sueltos, muchas las ideas que uno quiere plasmar, pero unir la pasión con la necesidad de transmitir cosas importantes no ocurre ni todos los días ni a todas horas. Pero anoche los astros se alinearon. Aunque Javi y yo tenemos mucho que recorrer, tenemos una base sólida, sinceridad y cosas en común. Con pocas palabras nos transmitimos muchas cosas. Por eso hoy tenía que escribir de él, de lo difícil que lo tiene, mi joven, que no pequeño, mirlo blanco. Pero de tan blanco es futuro lo que más tiene, y siempre tendrá un amigo aquí para lo que fuere menester.

Dicen y dicen, y yo, como en el Valle, donde hace 10 días nos hicieron sentir como en casa, digo: Si dicen que dizan, mientras que no hazan....

Os dejo con un fragmento dedicado a Javi, a su delicadeza de pensamiento, a la fuerza de sus ideas, a su claridad de ánimo. Va por ti, Javi, mi pequeño gran Cyrano. En agradecimiento....

Queridos Reyes Magos:

miércoles, 16 de marzo de 2011

En estos días estamos en esa fase donde se conciben los programas electorales. Es el momento de acumular la experiencia del gobierno, las necesidades de la ciudadanía y las ideas de los socialistas para configurar lo que van a ser las principales lineas de trabajo y los proyectos más importantes de los siguientes cuatro años. Es una mezcla de desideratum y promesa, o al menos la crisis es lo que nos ha demostrado. No hemos podido hacer todo lo que quisimos. No es que se haya hecho poco, en absoluto, pero sí es cierto que algunos de los proyectos puntuales no se han podido llevar a cabo porque la situación económica de las administraciones es la que es, es decir, estamos caninos. Y este es por tanto el primer paso para elaborar un buen programa electoral, partir de lo que falta y entender por qué falta. Se empieza por lo que ya se sabe que se necesita y se buscan nuevos retos, no por el hecho de buscarse nuevas dificultades, sino de tapar los agujeros que en toda ciudad viva van surgiendo. En teoría debería bastar con la aportación del gobierno, porque por muchas difamaciones que se hagan a través de los anónimos comentarios de los periódicos locales, las elucubrariones de la oposición en las tertulias de la radio o la tele o las bravuconadas típicas de barra de bar, los miembros del gobierno conocen el medio donde se mueven día a día. A través de ellos y de las personas que desde cerca colaboran con ellos se hace una especie de diagnóstico técnico. Pero no es suficiente.

Es necesario conocer la percepoción de las personas. Un problema, en apariencia, se agrava considerablemente si es percibido como tal. La percepción no lo hace más grave, pero lo convierte en acuciante. Por eso es imprescindible si se quiere ser certero, consultar con la ciudadanía. En muchas ocasiones sirve para refrendar lo que uno ya sabía, otras veces para matizar algunos detalles y en ocasiones te llevas una sorpresa. Una sóla sorpresa o un sencillo matiz, hacen que valga la pena este proceso. Además te deja un gusanillo de satisfacción porque congregas a un montón de personas con una ilusión tremenda y percibes con claridad el apoyo y la colaboración de le gente. Un gustazo. Este tipo de reuniones pueden ser una trampa si no las llevas con responsabilidad. Me refiero a que ahí no se va a decir que sí a todo lo que te piden sino a empatizar con la gente y sus problemas. Si un político te dice que sí a todo... mal rollito. Ojito con esto...

Y luego viene el momento sangriento, la cruda realidad; el filtro. A cualquiera, con una facilidad pasmosa, se nos va la olla de las cosas que queremos hacer y entonces es cuando viene la parte de "¿y de donde sacamos el dinero?". Por eso no se puede prometer el oro y el moro, porque todo lo que va en un programa electoral es ley y sólo una crisis mundial como la que hemos tenido puede hacer que haya cosas que se terminen cayendo. Nosotros al menos, estamos prevenidos ante esto, y por eso en el programa sólo llevaremos proyectos realizables y consensuados con otras administraciones. De hecho, en este último punto es donde se ven las diferentes velocidades a las que ha ido el ayuntamiento en los últimos 16 años. Por un lado hemos tenido a Elia María Blanco, que ha puesto en marcha en los últimos años infraestructuras suficientes para dar servicios durante los próximos 50 años y Plasencia cuenta con más infraestructuras que cualquier ciudad de su población (Guillermo dixit). Por el otro tenemos la velocidad de las tortugas, aquella que hizo media calle en sus dos legislaturas. La diferencia estriba en que Elia ha sacado compromisos de todas las administraciones que ha visitado, y ha hecho un seguimiento de esos compromisos. Por eso cuando dice que se va a arreglar la Av. Martín Palomino, podemos estar seguro que tardará más o menos, pero que se arreglará seguro.

Por eso, si usted está pensando en votar al PP en las próximas elecciones, asegúrese bien de que sus promesas electorales han pasado tor los tres filtros, no vaya a ser que se encuentre con que lo que ha estado haciendo Fernando Pizarro haya sido escribirle la carta a los Reyes Magos y se encuentre usted como el muchacho de la historia.



Un saludo

PS. Lo de las gafas del video es casualidad. Ironías de la vida...

Inútil y PPelota

martes, 8 de marzo de 2011

Hoy está nublado y debe ser por eso que me pide el cuerpo hablar del PP. Ayer nos despertamos con una nueva propuesta en prensa de Fernando Pizarro de incrementar en 10 plazas la plantilla de la Policía Local. Lo primero que me salta de ojo es el hecho de que Pizarro, habiendo sido concejal delegado de personal, tuvo la oportunidad duranto sus 4 años de mandato, de incrementar la dotación de esta Policía Local. No lo hizo. Ha sido el Gobierno Socialista de Elia María Blanco quién ha incrementado la plantilla de la Policía en 14 nuevos agentes durante su gobierno. En realidad en sus 4 años de gobierno no le conocemos actividad alguna. Ni siquiera fué capaz de sacar adelante la Catalogación del Personal del Ayuntamiento. También fué el Gobierno de Elia Blanco quién lo hizo nada más llegar. Las conclusiones son sencillas. Fernando Pizarro, como gobernante y como político, es un inútil. Y a las pruebas me remito...

De hecho, y en lo que llevamos de pre-campaña Fernando Pizarro no ha conseguido hilvanar una propuesta a derechas (siento el juego de palabras, pero era demasiado tentador). De hecho, esta propuesta ni siquiera es suya, ya lo anunció Elia María Blanco en la presentación de la Policía de Barrio. En el penúltimo párrafo, para quién no tenga ganas de releerse el artículo completo, lo pone bien claro. Al menos sabe reconocer las buenas ideas.

Prometer sobre seguro, sobre la base de lo ya planificado por el anterior gobierno, parece ser la tónica habitual de la candidatura de Fernando Pizarro y del PP al Ayuntamiento de Plasencia. Dos de sus cuatro propuestas de empleo ya están puestas en marcha por el Gobierno Socialista y las otras dos son tan sui generis (promete "buscar" empresas y "traer administraciones" para que haya más funcionariado) que piden sitio en el Intermedio. En el fondo Pizarro nos hace un gran favor ya que le está contando a todo el mundo que Elia María Blanco está haciendo las cosas bien, aunque lo haga sin querer, y trate de robarle las ideas. Total, un pecadillo que se cura con la confesión, verdad?

En el fondo el mensaje es claro; Pizarro dice lo que la gente quiere oir. Por eso cada vez hay más voces en la rumurología placentina que le acusan de ser un pelota, de decirle a todo el mundo exactamente lo que quieren oir, sin tener el cuenta que gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Pero es que esto es lo que hay y de donde no hay, no se puede sacar.

Un abrazo

PS. No me puedo resistir a poner la siguiente canción... Se lo debo a mi lejana historia de adolescente.

Con normalidad

sábado, 5 de marzo de 2011

Ha venido Vara y ha venido con normalidad. Claro que cuando viene el secretario general del partido, presidente de la Junta y firme candidato a seguir siéndolo la normalidad por lo que destaca es por su ausencia. Y gracias, porque cuando las cosas son normales la vida pierde chicha, se instala la monotonía y todo es muy aburrido. Pero todo el mundo trata de que las cosas sean "normales". Por eso, con toda naturalidad, hemos paseado al presi de un lado para otro. Para él todo parecía normal, pero a su alrededor pasaban las cosas más curiosas. Y es que un presidente con normalidad generar un caos de la leche. Lo sabe, y estoy convencido que por dentro se descojona, pero aparenta que todo transcurre con normalidad porque es un tío educado. Además, consigue unas cosas... He visto a uno, madridista reclacitrante, saludarle al grito de "aquí, viendo el atleti" con normalidad. Toma normalidad. Eso no es normal, es un milagro!

También he visto otras cosas normales. Personas hechas y derechas, con muchos años "en esto de la política" que perseguían al presidente. Esto es normal. Antes presumían de estar muy cerca de él, de darle consejos, de sorprenderles con ellos, y ahora nadie se traga esas pamplinas. Antes eran ya pocos los que se las tragaban pero ahora ya ni ellos mismos. De pronto pasan a ser personas "normales" (ya lo eran antes, pero ahora además es evidente), pasan a ponerse nerviosos porque con normalidad nos visita el ilustre, y lo que debería ser absolutamente normal se convierte en una carrera, más que por verle, por ser visto. El pobre presi, que había pedido expresamente que limitáramos la presencia de compañeros del partido para poder verse con la gente normal, de la calle, que no le ven ni le siguen a diario los movimientos, y poder charlar con ellos con normalidad, se encontraba en cada esquina a un grupo de guerrilleros militantes y diletantes, que le saludaban con normalidad.

Y es que esto es como la guerra, pero con normalidad. El bando perdedor deja de tener una tropa regular y se convierten en milicianos, eso sí, milicianos con normalidad. Resultaba divertido ver como organizaban su guerrilla, teléfono en mano, para seguirle los pasos al presidente. Se dividían en pequeños grupos aún más minúsculos para tratar por todos los medios de detectar donde iba a ver el presidente el partido, o cual iba a ser su siguiente parada, cuando no se jugaban el pellejo al incorporarse a la calle para no perder de vista "el objetivo". Y todo, claro, con la normalidad de los mis cojones, que dirían por estos lares.

Pero por fin todo vuelve a la normalidad. Las aguas a su cauce, los compañeros al trabajo, las guerrillas al monte, el uno a borrar su muro (que muy normal no es, me decía un joven compañero), el otro a colgar als fotos, y yo a mis resultados electorales para que la campaña transcurra con normalidad y de la forma más efectiva posible. Así que me voy a ir a limpiar la freidora, que llevo una semana sin comer patatas fritas, y no puedo presumir de normalidad en estas circunstancias. Os dejo una copla de mi adolescencia para combatir "la normalidad".

Un abrazo.



PD. No me leerás, pero... felicidades Mamá. En un rato te llamo.